
En esta ocasión, quisimos compartir  un tema que se ha convertido en parte esencial de muchas disciplinas, especialmente en la medicina: la inteligencia artificial (IA). Este concepto fue introducido en 1950 por el matemático británico Alan Turing, quien desarrolló el icónico Test de Turing, una prueba diseñada para evaluar si una máquina puede exhibir un comportamiento inteligente comparable al de un ser humano.
La IA ha tenido un impacto significativo en diversas áreas de la medicina, destacándose especialmente en radiologÃa. En esta especialidad, herramientas como el sistema CADx, permiten analizar imágenes de tomografÃa axial computarizada (TAC) de tórax, logrando identificar la naturaleza de nódulos pulmonares y detectando cáncer de pulmón en estadios tempranos. Con un 30% más de precisión que los humanos, la IA mejora considerablemente la eficacia diagnóstica. Asimismo, ha demostrado superar la capacidad del ojo humano al detectar cambios inflamatorios sutiles en resonancias magnéticas de pacientes con artritis reumatoide.
En el campo de la oncologÃa, un avance destacado es el software Paige Prostate, comercializado en 2021. Este sistema está diseñado para analizar imágenes histológicas de biopsias de próstata, identificando áreas sospechosas con alta probabilidad de contener cáncer. Estas áreas, previamente no detectadas, son identificadas para una revisión más detallada por parte de los patólogos, optimizando el diagnóstico y el manejo clÃnico.
La adopción de la IA en nefrologÃa ha sido más lenta en comparación con otras especialidades médicas, pese a su enorme potencial. La abundancia de datos clÃnicos estructurados y la naturaleza matemática de esta disciplina la convierten en un campo ideal para la aplicación de la IA. Esta tecnologÃa tiene el poder de abordar inequidades en salud, como optimizar el acceso y los resultados en trasplantes de órganos, además de detectar enfermedades raras como la enfermedad de Fabry en etapas tempranas, mejorando significativamente el diagnóstico y tratamiento.
En esta oportunidad, compartimos un artÃculo en prensa del mes de noviembre de la revista Kidney Medicine. Esta publicación busca fomentar una comprensión más amplia del aprendizaje automático, explorar sus aplicaciones especÃficas en nefrologÃa y analizar los desafÃos que enfrenta su implementación en la práctica clÃnica.
Entre los temas abordados, se destaca la urgente necesidad de formar a nefrólogos competentes en IA, quienes podrán integrar esta herramienta de manera efectiva para ofrecer una atención más precisa y personalizada. Aunque la IA no reemplazará a los especialistas, aquellos que logren incorporarla adecuadamente contribuirán a transformar la atención médica, avanzando hacia un modelo basado en el valor y manteniendo a la nefrologÃa en la vanguardia del desarrollo médico.
Los autores concluyen que la comunidad nefrológica debe invertir en la capacitación de una fuerza laboral capaz de liderar la próxima generación de innovación y práctica en IA. En el futuro, la integración de esta tecnologÃa en la medicina dejará de ser opcional para convertirse en una necesidad, indispensable para lograr mejores resultados clÃnicos. Sin embargo, ellos destacan, que la medicina debe mantener su enfoque humanista, asegurando que el uso de procedimientos automatizados no reemplace la esencia del cuidado médico, sino que la complemente con análisis más precisos y eficientes.
Referencia: Singh, Prabhat et al. Artificial Intelligence in Nephrology: Clinical Applications and Challenges. ArtÃculo en Prensa. Disponible en https://www.kidneymedicinejournal.org/action/showPdf?pii=S2590-0595%2824%2900138-9