Los donantes vivos de riñón no ven recortada su esperanza de vida
JANO.es 22 Enero 2010
Según el Dr. Fernando Escuin, jefe del Servicio de Nefrología del Hospital La Paz de Madrid, sólo pierden entre un 10-20% de función renal
Los donantes vivos para un trasplante de riñón no ven recortada su esperanza de vida, de hecho es superior a la de la media española, y sólo pierden entre un 10 y un 20% de función renal, debido a que el riñón restante aumenta su capacidad de cribado hasta casi duplicarla, según explicó el responsable del Servicio de Nefrología del Hospital La Paz de Madrid, Dr. Fernando Escuin. Durante su intervención en el “Foro con Vida”, organizado en el hospital madrileño por la Fundación Renal ALCER y la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), el Dr. Escuin matizó que la mayor esperanza de vida de los donantes se debe a “su excelente estado de salud” previo, “requisito imprescindible para acceder al programa de donaciones”. En cuanto a la pérdida de función renal, señaló que “los estudios más amplios a 12 años han demostrado que los donantes sólo han presentado ligeros niveles de proteinuria y un aumento de la presión arterial, aunque sin repercusiones significativas para la calidad de vida del donante”. El trasplante renal de donante vivo (TRDV) es una de las asignaturas pendientes en España, según el Dr. Escuin. “A pesar de ser líderes en número de trasplantes, los TRDV sólo representan el 10% del total en este país, frente al 18% de la media europea, el 36% de Estados Unidos, e incluso el 46% de Sudamérica”, afirmó. La donación de vivo destaca frente a la donación de cadáver por el “beneficio psicológico para el donante, por el acto solidario y altruista, las mayores probabilidades de éxito y de que el receptor no rechace el nuevo órgano, la reducción de las listas de espera, y el escaso riesgo que supone para el donante”, enumeró Escuin. La reducción del número de accidentes de tráfico mortales y el aumento en la edad media de los donantes fallecidos “hace imprescindible la potenciación del TRDV”, apuntó. En este sentido, la ONT ha logrado a través de su programa especializado aumentar del 3,4% al 10% el número de TRDV respecto al total, aunque “el objetivo es situarnos al mismo nivel que los países del entorno”, aseveró este especialista. Para ello, las nuevas modalidades de trasplantes anticipados (para evitar el inicio de la hemodiálisis), los trasplantes cruzados (entre parejas incompatibles), y la aparición de un mayor número de “donantes altruistas” (sin relación entre donante y receptor), son, según el Dr. Escuin, “las principales vías para lograr este objetivo”.