Día del trasplante de órganos en Chile
La oportunidad del injerto riñón/páncreas está a la espera
La prevalencia de la Diabetes Mellitus (DM) en Chile es del 6% de la población y se proyecta que esta cifra se duplicará en los próximos 25 años. En el mundo, en tanto, esta enfermedad afecta a un 8% de la población (170 millones de personas) y es la cuarta causa de muerte en el mundo.
Dentro de las complicaciones crónicas de la diabetes, la nefropatía diabética es una de las que tiene una mayor repercusión clínica y, en nuestra realidad, es la primera causa de inicio de tratamiento sustitutivo renal. Actualmente en Chile de los 17.586 pacientes en diálisis, la mayoría muy joven— 50% menor de 50 años—, el 35,4% corresponden a diabéticos.
La tasa de mortalidad chilena de pacientes en diálisis es baja. Sin embargo, en el caso de los pacientes diabéticos ésta alcanza un 50% a los 4 años. De los pacientes diabéticos en diálisis, 442 corresponden a DM tipo I y 4.339 a DM tipo II, según el registro chileno de diálisis 2012.
"De estas cifras se deduce que los pacientes diabéticos deben en lo posible ser trasplantados y si son diabéticos tipo 1 la situación ideal es que sea un trasplante combinado de riñón y páncreas, ya que es en la actualidad el único método capaz de entregar insulina de manera constante y confiables, capaz de conseguir un estado euglicémico sin correr el riesgo de hipoglicemia, como también proteger al riñón de no volver a sufrir la nefropatía diabética".
Es lo que expresa la Dra. Jacqueline Pefaur de la Sociedad Chilena de Nefrología (SCHN) y Jefe Nefrología y del programa de trasplante renal del Hospital Barros Luco Trudeau y de la Clínica Santa María.
Entretanto, en este momento hay 17.586 chilenos con tratamiento de por vida de hemodiálisis, o sea, 1.005 pacientes por millón de habitantes, la tasa más alta de América Latina, excluyendo a Puerto Rico", precisa el Dr. Hugo Poblete, encargado de llevar este registro en la SCHN.
En diálisis peritoneal, en tanto, al 31 de agosto de este año, hay 982 adultos y 108 niños, lo que hacen un total de 1.090 pacientes más, según informa la Dra. Marcela Valenzuela Cerna, nefróloga del Hospital Clínico de la PUC. En este caso, se infunde una solución para que el peritoneo, las membranas que envuelven el abdomen, funcionen como un riñón.
"Un número significativo de los pacientes diabéticos que están en diálisis, son buenos candidatos para recibir esta terapia quirúrgica de ambos órganos", destaca Andrés Boltansky, nefrólogo de Clínica Dávila.
"Quienes reciben ambos injertos no sólo se curan de su falla renal, sino que también de la diabetes y se previene que esta enfermedad vuelva a afectar al riñón", destaca el Dr. Javier Chapochnick, cirujano de trasplante de la Clínica Santa María y, paralelamente, del Albert Einstein College of Medicine de Nueva York.
"Tenemos 50 años de literatura médica y no hay controversia en estos resultados", subraya.
Existe consenso entre los nefrólogos que toda aquella persona que tiene indicación de recibir trasplante de riñón o riñón/páncreas hay que llevarla por este camino, agrega el Dr. Andrés Boltansky.
Según puntualiza la Dra. Susana Elgueta, del Instituto de Salud Pública, hasta el 31 de agosto de este año se realizaron 8.534 trasplantes en el país; 6.093 correspondieron riñón. Al 31 de octubre de 2013, el total de trasplantes renales fue 6.986; 68% provenientes de donantes fallecidos y 32% de donantes vivos.
Ante este escenario, la SCHN está trabajando intensamente para mostrar la necesidad de consolidar el trasplante riñón/páncreas con una gran misión: dar una oportunidad a quienes padecen de enfermedad renal crónica debido a la Diabetes Mellitus para que puedan vivir con mucho mejor calidad de vida y con una larga expectativa de vida.
En esta dirección, la SCHN ha realizado foros y simposium de la especialidad con expertos cirujanos y médicos nefrólogos para impulsar el crecimiento de esta actividad de trasplante en beneficio de los pacientes diabéticos especialmente jóvenes. Asimismo, también desea motivar el interés de los pacientes que sufren de esta patología para informarse y evaluar las posibilidades de acceder a esta terapia en caso de que ello este indicado.
"Es una deuda con el país y con nuestros pacientes hacer posible un mayor número de trasplantes de riñón/ páncreas en beneficio de los pacientes diabéticos especialmente tipo 1", comenta la Dra. Jacqueline Pefaur; vocera en este tema de la SCHN.
Comparativamente con lo que sucede en el resto del mundo, cuyo doble trasplante comenzó en 1960, ¿por qué se ha avanzado tan poco cuando las ventajas de este tipo de trasplantes son tan prometedoras?
A juicio del Dr. Javier Chapochnick, "Tenemos numerosos pacientes que requieren de este trasplante y un numero suficientes de donantes pero hasta ahora no se ha invertido en desarrollar una estructura de trabajo multidisciplinario que sea capaz de ofrecer este servicio a la escala que el país requiere.
No cree que la falta de recursos monetarios sea una limitante. Es un convencido de que a medida que se cree la necesidad los recursos aparecerían.
Otra manera de incrementar los trasplantes en nuestro país es aumentar la tasa de trasplante de donante vivos. " En ese sentido, en Chile la ley es clara, dada que ella solo se acepta a donantes vivos que compartan consanguinidad o en caso de no cumplirse esto pueden llegar a ser donantes vivos los cónyuges, pero no está permitido la donación entre donantes no emparentados por consanguinidad", precisa la Dra. Jacqueline Pafaur.
"En otros países —enfatiza—existe un criterio más amplio, permitiéndose en casos especiales la donación entre donantes no emparentados, pero de manera cruzada entre dos familias diferentes, a través de programas muy bien estructurados y resguardados en todos los aspectos éticos y legales. Esta también es una tarea pendiente que deberemos abordar como sociedad en el futuro".